Así fue primera aparición, reconocida por Iglesia católica, de la Virgen María

2022-10-17 04:00:53 By : Ms. Joye Ling

De las miles de manifestaciones marianas reportadas, la Virgen del Pilar es quien lidera la lista.

La historia de la religión católica ha estado marcada por sucesos que, para algunos creyentes, solo pueden estar justificados por la fe. Desde resurrecciones divinas hasta enseñanzas bíblicas, milagros científicamente inexplicables y apariciones marianas, son muchas las preguntas que, desde siempre, han rondado el sistema de creencias, costumbres y símbolos establecidos en torno a la idea de divinidad.

(Lea también:La virgen en Bucaramanga y otros milagros de imágenes que han 'llorado').

Las apariciones de la Virgen María son solo uno de los innumerables e indescifrables misterios que, para los feligreses, darían cuenta de la existencia de Dios. Según el catolicismo, a través de las manifestaciones, Dios permite que el cuerpo glorificado de la madre de Jesús se haga visible para ayudar a vivir plenamente la revelación definitiva de Cristo en cierta época de la historia.

De acuerdo con el periódico católico ‘La Croix’, las apariciones marianas no solo son testimonios de la presencia de la madre de Jesús, sino que “son como una luz que nos aporta la sensibilidad femenina y materna de María, con tres grandes acentos: testimoniar su maternidad, conducir a su hijo Jesús y abrirnos más a los otros”.

La fe cristiana cuenta en su haber con varias apariciones de santos, alguna que otra de Jesús e incontables manifestaciones de la Virgen María. Algunas de estas últimas, incluso, han dado origen a lugares de culto o peregrinación conocidos como santuarios marianos -por ejemplo, la basílica de Guadalupe, en México; el santuario de Fátima, en Portugal; y el santuario de Lourdes, en Francia-; así como han inspirado la creación de órdenes religiosas como la de los Carmelitas, los Mercedarios y los Concepcionistas.

En todo caso, más que un fin institucional, las apariciones de la Virgen María siempre poseen un objetivo de renovación espiritual que, en últimas, resulta vital para la fe religiosa. “Las apariciones que la Iglesia ha aprobado oficialmente ocupan un lugar preciso en el desarrollo de la vida de la Iglesia en el último siglo. Muestra, entre otras cosas, que la revelación no es algo muerto; es algo vivo y vital”, fueron las palabras de Joseph Ratzinger -el 265° Papa de la Iglesia católica​ y séptimo soberano de la Ciudad del Vaticano- en su obra ‘Reporte Sobre la Fe’.

Aunque el culto a la Virgen es, especialmente, intenso en algunos países latinoamericanos, de los miles de casos de apariciones reportados a lo largo y ancho del mundo, la Iglesia católica solo reconoce 14. La manifestación de la madre de Jesús al apóstol Santiago en España es, precisamente, la que lidera la apretada lista.

Imponente y majestuosa, así es como se erige la basílica de Nuestra Señora del Pilar -ubicada en Zaragoza, España-, uno de los centros marianos más importantes del mundo y el lugar más visitado de Aragón.

Detrás de tres naves y siete tramos con bóvedas de cañón, en las que se intercalan cúpulas y bóvedas de plato, se esconde una interesante, curiosa y, para algunos, inverosímil historia en la que la Virgen María se erige como protagonista.

(Siga leyendo:Así puede conjurar a los santos Ángeles para pedir protección, salud y bienestar).

Algunos documentos del siglo XIII que, aún después de cientos de años, se conservan en la catedral de Zaragoza revelan que en el periodo de tiempo que siguió a la ascensión de Jesucristo -específicamente en el año 40 A.D.- el apóstol Santiago, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, llegó a territorio español para cumplir con una especial misión: predicar la palabra de Dios.

Según la Guardia Civil de España, los textos dicen textualmente que el evangelizador -quien fue uno de los primeros en recibir el llamado de Jesús cuando estaba pescando en el lago de Genesaret- pasó por Asturias y “llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro”.

Aunque Santiago el mayor, como también era conocido, fue uno de los apóstoles más cercanos a Jesús, la tradición indica que su predicación del evangelio contó con baja aceptación; por lo que, decaído por el poco éxito de su misión decidió pedir una señal que, al final, se presentó de la manera más inesperada y memorable posible.

La noche del 2 de enero del año 40 A.D. quedaría inmortalizada, para siempre, en la memoria y el corazón de todos los creyentes. El ambiente sereno, las plegarias extendidas hacia el cielo y la fe desbordada eclipsaba el río Ebro: era Santiago y su grupo de discípulos -que había ido adquiriendo a lo largo de su recorrido profético- quienes manifestaban su devoción a Jesús, hasta que un particular sonido interrumpió la concentración del apóstol.

(De interés:¿Por qué se celebra el 8 de septiembre la natividad de la Virgen María?).

De la nada, el místico ambiente se inundó de voces angelicales que cantaban ‘Ave María Gratia Plena’ y, sin verlo venir, el milagro hizo presencia ante sus ojos: la Virgen María yacía de pie sobre un pilar de mármol y lo llamaba para decirle: “He aquí, hijo Santiago, el lugar señalado y dedicado a mi honra, en el cual, por tu industria, en memoria mía, sea mi iglesia edificada. Atiende a este pilar, que tengo por asiento, porque ciertamente mi hijo y tu maestro lo ha enviado del alto cielo, por manos de los ángeles”, según una copia de finales del siglo XIII de ‘Moralia in Job’, un texto de Gregorio Magno que data de cientos de años atrás.

La Virgen María no solo le habría pedido al apóstol que construyese una iglesia en torno al pilar donde se encontraba, sino que le habría prometido que mientras estuviera el soporte en pie, habría verdaderos discípulos de Jesús en España.

“Junto a él asentarás el altar de la capilla, la virtud del muy alto obrará prodigios y portentos admirables, especialmente en aquellos que, en sus necesidades, invoquen mi favor. Y estará el pilar en este lugar hasta el fin del mundo”, advierte el texto antiguo citado que se conserva en el archivo del Pilar de Zaragoza.

De acuerdo con José Maria Bordetas -capellán de la Virgen del Pilar- en entrevista con la agencia de noticias católica ‘ACI Prensa’, “cuando la Virgen se le aparece al apóstol Santiago, ella todavía está viva, pero en Tierra Santa”.

(Puede leer:¿Qué hay en la tumba de la virgen María?: solo se puede entrar una vez al año).

Tras la aparición de la madre de Jesús, tanto el apóstol elegido como el resto de discípulos se dedicaron a construir la que hoy es conocida como la primera iglesia dedicada a la Virgen María. Fue, precisamente, Santiago quien se encargó de consagrar la basílica y bautizarla con el nombre de Santa María del Pilar -en torno a la columna o 'pilar' en el que la Virgen se apoyó, se erigió la primera capilla en su honor que representa la cristianización de España-.

Aunque es poca -casi inexistente- la evidencia que queda de esta aparición, lo cierto es que, para este momento, es más que una leyenda religiosa, se ha convertido en el detonante de lo que el pueblo zaragozano y la cristiandad europea conocen como la tradición pilarista.

En Zaragoza, cualquier fecha puede ser pasada por alto, excepto una: el 12 de octubre. ¿La razón? Fue el día en el que se celebró la primera misa en la capilla que se erigió a las orillas del río Ebro, de acuerdo con el diario español ‘ABC’. El papa Inocencio XIII decidió señalar esta fecha con el nombre de la fiesta de la Virgen del Pilar.

En el marco de la conmemoración de esta fecha, se realiza la Ofrenda de Flores del Pilar, un acto popular y multitudinario en el que cientos de personas recorren con sus ofrendas lugares como el Paseo Independencia, la plaza de España y la calle Alfonso, hasta terminar en la estructura floral de la Virgen en la plaza del Pilar.

(Además:¿Por qué se hace una novena a la Virgen del Carmen?).

Según el portal ‘Soy de Zaragoza’, “cada año, más de 14 horas de desfile permiten que miles de personas puedan dejar millones de flores a la Virgen del Pilar en el día central de las fiestas”.

Cabe resaltar que el 20 de mayo de 1642, el municipio de Zaragoza proclamó a la Virgen del Pilar patrona de la ciudad. Sin embargo, acumula unos cuantos patronazgos más como el del del Cuerpo de la Guardia Civil (1913), Cuerpo de Correos y Telégrafos (1916), Cuerpo de secretarios, interventores y depositarios de administración local (1928), Sociedad mariológica (1940), Consejo superior de misiones (1948) y Arma Submarina de la Armada Española (1946).

Si bien la Virgen del Pilar no obtuvo el para nada despreciable título de patrona del país español, su aparición, que luego fue reconocida oficialmente por la Iglesia católica, la hizo merecedora de ser proclamada la señora de los pueblos hispanoamericanos.

“La patrona de España es la Inmaculada Concepción de María, porque en España fue una abanderada en que la Iglesia proclamara este dogma. Sin embargo, fue en el siglo XVIII cuando se nombró a la Virgen del Pilar como patrona de todos los pueblos Hispanoamericanos”, comentó Bordetas en la agencia ‘ACI Prensa’.

Salmo 91 y otros salmos para la protección del hogar, la familia y la vida

La poderosa oración de San Patricio contra la brujería y los demonios

Sexo, libertad y oscuridad: los días festivos y 'santos' de la iglesia satánica

Oración a san Judas Tadeo para casos difíciles y desesperados

Oración de fe: ¿cómo orar para convertirse en cristiano y ser salvo?