La vida de esta familia y la reforma de esta casa comenzaron casi al mismo tiempo. Poco después de conocerse, la interiorista Ariadna Decarlos y Juan, su marido, fueron padres de Lupita, que tenía solo un mes cuando se mudaron y empezaron las obras. Durante varias semanas, la pareja y la bebé recién nacida estuvieron prácticamente confinados en una de las habitaciones mientras Ariadna organizaba el trabajo y a los proveedores que se cruzaban por los ambientes. ¿Lo recuerda ella como un trauma? Para nada. Su tono de voz fresco y optimista, refleja la alegría de quien al fin levanta los cimientos del hogar que siempre soñó. Ese impulso feliz la llevó a proyectar la decoración con un estilo que nunca había tenido en sus casas anteriores y que fluyó naturalmente: paredes en gris y negro, hierro, maderas rústicas que a pesar de su presencia contundente resplandecen gracias a la calidez de quienes habitan cada espacio.
“Cuando encontramos la casa, priorizamos la conexión con la laguna y el jardín. El resto lo vi claramente: había que eliminar las paredes que dividían los ambientes, para alargar la vista”
Fans de los relojes y muy puntuales, los dueños de casa los pusieron en varios ambientes.
“Me despojé de todos los prejuicios y me animé a los tonos oscuros como el negro en las paredes. Me tienta jugar con los estilos y me alentó la amplitud de los ambientes”.
¿Ver la tele o el jardín? Resolvieron que darle la espalda a la ventana por un rato para disfrutar de una peli no era tan grave. Sobre la pared, colocaron este volumen con frente de eucalipto de obra. Así eliminaron un mueble que ocupaba mucho espacio. Para renovar el hogar hicieron un nuevo revestimiento con lajas.
En el pasillo que comunica la cocina con el living colocaron un mesón de lapacho antiguo con ruedas
“Usamos este sector de transición para crear un lugar de encuentro más informal. Es un espacio flexible”.
El negro en los azulejos (Batyco) y en las paredes (Venier) le dio a la cocina el aire neoyorquino que Ariadna quería.
“Aprovechamos al máximo la estructura de la cocina original. Volvimos a laquear los muebles, y colocamos tanto los pisos como los azulejos sobre los revestimientos existentes”.
La pared en negro mate fue el recurso para suavizar la presencia de la tele en la cocina. Y se logró. La dueña de casa le agregó puertas de vidrio repartido y terminaciones de hierro a este extenso mueble de wengué convertido en guardacopas. Al ser rebatible, la barra se modifica para comer o usar como espacio de apoyo.
Ariadna supervisó el trabajo de albañiles y otros proveedores. La clave del éxito: supo transmitirles claramente a cada uno qué quería, hasta el mínimo detalle.
En el recibidor, banquitos (Erzebet Restoration). Perchero escalera (Casa María Paula) y capelina de fibras naturales (La Huella). Con tantas paredes negras o en tonos de gris, el toilette se mantuvo en esa paleta cromática para acentuar la continuidad.
“El revestimiento de madera, el divisor de vidrio repartido y el juego de comedor son la síntesis del estilo de la casa: un mix entre industrial, rústico y moderno”.
Como otros detalles, la idea del revestimiento surgió de uno de los viajes de la dueña de casa.
En la planta alta, al salir de la escalera, el espacio que estaba destinado a un cuarto se usó para el escritorio hecho a medida (José Presentado, Mercado de Pulgas). El papel de la pared era vertical, pero cambiaron la orientación para lograr más amplitud.
El cuarto principal y el que estaba a continuación se unieron para generar una espaciosa suite con vestidor.
“Colocamos espejos en la pared junto a la cama para que quien duerme de ese lado no se prive de la vista al lago”.
Caireles y subway: detalles elegantes y cosmopolitas que se unen sin conflicto en los ambientes.
De su experiencia como modelo, la dueña de casa tiene claro cuál es la mejor luz para el vestidor. El frente del zapatero, que se ve en el reflejo del espejo, está hecho con maderas de persianas recicladas.
Aquí el juego de colores es opuesto al de la cocina: Subway blancos y pastina negra. Mampara de hierro y vidrio repartido (Herrero Daniel). Pedestal de madera quemada (Estudio Ayke). Toalla (Luna Deco). Jabones artesanales (Saponarium).
“Quisimos que el cuarto de Lupita estuviera en armonía con la deco. Los juguetes dan la clave infantil”.
Los cuadros están hechos con imágenes buscadas de la web, impresas y puestas en marcos (Easy).
A continuación del comedor exterior sumaron una pérgola con piso de deck y media sombra que extiende los límites de la galería con un living. Las trepadoras de a poco avanzan sobre la media sombra para cubrir de aroma y color la pérgola.
Juan es un asador meticuloso y muy bien equipado. Partiendo de un tambor, fue armando un espacio propio.
Muchos de los detalles de la casa, como los colores o los materiales durables fueron pensados teniendo en cuenta la convivencia con los perros, que son parte de la familia.
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