Comedores de verano: 49 propuestas perfectas para comer al aire libre

2022-10-09 15:06:11 By : Mr. GUANGSHAN LI

Antes y después Orden cocina MIni casa 22 m2 Sofá sin pared Armarios recibidor

49 propuestas de comedores de verano llenas de estilo e ideales para disfrutar de tu familia y amigos al aire libre. ¡Te será difícil decantarte por una!

Periodista especializada en decoración

Si hay algo que nos encanta del verano es poder compartir tiempo con familia y amigos, y aprovechar para organizar esas largas comidas al aire libre que casi siempre acaban en sobremesa y que tanto echamos en falta durante el año. Si necesitas algo de inspiración para la decoración del comedor de verano y así sacarle más partido, estás en el lugar correcto. Mira las propuestas que te hacemos, ¡va a ser difícil decantarse por una!

Porche con sillas de Pantay y mantel de Zara Home.

Este comedor de estilo colonial nos aporta un espacio lleno de encanto y elegancia, gracias a la esencia de los muebles únicos que le dan vida a este espacio. Además, está rodeado de plantas de exterior y grandes palmeras que ayudan a darle un aire fresco a esta estancia. 

Sillas de exterior tipo bistró de Crisal Decoración.

Este comedor exterior se encuentra protegido del sol, gracias al precioso porche cubierto con plantas trepadoras que aportan frescura y energía vibrante al espacio. Las sillas de exterior tipo bistró, de ratán sintético y metal con respaldo de dos colores, nos recuerdan al estilo francés y aportan mucha calidez a esta estancia.

Porche con mesa, sillas y cortinas de IKEA.

Este precioso porche cuenta con un elegante comedor exterior en el que la combinación del lino blanco, con los sillones de ratán y mimbre, ganan un gran protagonismo. Además, el toque verde de las plantas de exterior le da mucha frescura a esta estancia. 

Porche con mesa de Woodies y sillas de Crisal Decoración.

Las sillas de estilo nórdico, de líneas orgánicas y estética natural, son las protagonistas de este bonito comedor moderno, situado en un porche rústico acristalado, tan acogedor como funcional. El cerramiento de cristal consigue mejorar el aislamiento interior y hace que tu casa quede más protegida. 

Porche con sillas de fibra vegetal y con patas en tonos blancos a juego con la mesa.

Situado en un porche acristalado y con vistas al jardín con piscina, este comedor de verano es perfecto para disfrutar de las vacaciones al aire libre. Se ve luminoso y lleno de frescura gracias a la perfecta sintonía que existe entre las fibras vegetales y los tonos blancos de la mesa y el porche. 

Porche con sillas modelo canaria de Crisal.

Las sillas de comedor de estilo nórdico para exteriores dan un aire moderno a esta estancia y hacen de ella una zona ideal para el ocio y disfrute del tiempo libre. Los muebles crean la sintonía perfecta con las paredes encaladas y la mesa en blanco y madera, dando lugar así a un porche con estilo andaluz. 

Porche con sillas Oslo de Graham & Green y banco de obra.

Lino, fibras naturales, estampados con motivos florales... Estos son algunos de los pequeños detalles que vemos a simple vista y que nos llaman la atención de este bonito comedor exterior. El espacio está perfectamente aprovechado y la mesa tiene capacidad para varios comensales gracias al banco esquinero de piedra combinado con las dos grandes sillas de fibras naturales y hierro. 

Porche con sillas Robert de India & Pacific.

Esta preciosa casa de estilo clásico tiene un bonito comedor de verano en el que las fibras naturales, la mesa de jardín de mosaico de piedra y las lámparas negras a conjunto con el ventilador de exterior ganan protagonismo. 

Porche con mesa modelo Timanfaya, sillas Milo y lámpara de techo Corn de El Corte Inglés.

Este comedor de verano cuenta con sillas de exterior de acero con cojines mullidos para mayor comodidad. La mesa de centro de porche en forma alargada y estructura de aluminio es muy espaciosa y ayuda a darle un aire actual a este espacio. 

Mesa, de Interior Facelift. Sillas, de Garden Trading. Lámparas de techo, de Tine K Home.

Una gran mesa de madera redonda de estilo protagoniza este comedor de estilo ibicenco, coronado por tres grandes lámparas de fibras, que le restan un poco de seriedad. Las sillas de mimbre y con patas de metal acentúan ese aspecto desenfadado que se completa con la vajilla de color aguamarina. 

Mesa, diseño de Blanca Tey. Sillas, de mimbre, de IKEA. Lámparas de techo, de India&Pacific.

Nada hay más refrescante que un comedor con vistas al mar, olor a salitre y que se vea bañado por su fresca brisa. Para potenciar esa conexión, la decoración de la mesa se ha elegido de color verde agua, como el del mar.

Mesa, banco y cortinas, de Catalina House.

Para no restarle estilo rústico a este comedor de verano, la sombra se consigue gracias a las cortinas blancas que, además de intimidad, impiden que el sol moleste cuando se está comiendo. 

Sillas, de Hanbel. Pavimento, de barro cocido y cemento.

Este porche de madera tiene un emplazamiento muy especial entre los árboles, que aseguran un espacio fresco y en el que no falta la sombra. Los textiles, verde suave y beige en el mantel y rosa empolvado en los cojines, acentúan un estilo dulce y relajante, perfecto para el verano. 

Mesa del comedor, alfombra, lámpara de techo y elementos decorativos de El Corte Inglés.

Todo transmite calidez y frescura en este comedor de verano. Los textiles en blanco y rosa incrementan su estilo romántico, mientras que la madera y las fibras ayudan a que sea cálido y moderno. Copia el look de este porche protagonista de la revista de El Mueble y decorado por El Corte Inglés.  

Sillas, de Adaleya. Lámpara de techi, de Gajisa. Mesa, de Wood Factory.

Este comedor de verano consigue su frescura en la mesa blanca que lo protagoniza y que, además, está cubierta por un mantel también blanco. Para dotarlo de armonía, los cojines de las sillas son del mismo color. 

Mesa y sillas en Aquitania yl ámpara de Mestizo Store. Cerramiento en hierro y cristal de Serralleria Mase.

Porque este acogedor comedor de verano se ubica bajo un porche y rodeado de paredes de piedra, que encuentran la frescura en las hiedras que suben por todas y cada una de ellas. Así, además de la sombra, es sereno, relajante y, sobre todo, muy veraniego.

Porche con sillas y lámpara de techo de fibra vegetal.

De esos en los que la vida no pasa y se viven verano infinitos, con agradables y eternas sobremesas a la fresca. Las fibras son las principales protagonistas, que no solo se encuentra en las sillas, sino también en la decoración de la mesa. Los pequeños detalles en mostaza se camuflan a la perfección con este material, sin llamar la atención ni robar miradas.  

Mesa de Carlos Santiago, sillas de Catalina House y lámparas de Cosydar Deco.

¿Quieres dar algo de color a tu comedor de verano? Utiliza los textiles y las plantas para hacerlo. Haz como la interiorista Marta Prats en este porche: añade cojines en un vibrante rojo, el mismo que los servicios de mesa. Y no te olvides de alguna planta que luzca el mismo color. 

Comedor exterior con mesa heredada, sillas y mantel de Mestizo Store. Vajilla de Zara Home

¿Que tu casa no tiene porche? Utiliza la sombra natural que conceden los árboles para emplazarlo. El ambiente será fresco y os sentiréis arropados por el murmullo de las hojas y el canto de los pájaros.

Mesa de Sistema Midi de MB y sillas en Idees Disseny.

¿Quién dice que una terraza pequeña no puede lucir un acogedor comedor de verano? Este con vistas a la Costa Brava es estrecho y, aun así, ha encontrado el espacio suficiente para crear una cómoda zona de comer. Las sillas tipo bistro le dan un aire clásico que combina con los tonos azulados de los textiles.

Mobiliario de IKEA acompañado de textiles en tonos blancos y elementos decorativos de fibras naturales.

Este comedor de verano en blanco (hasta las sillas tienen las patas blancas) y fibras invita a la paz y al relax sin dejar ningún detalle al azar. Desde el toldo de rayas blancas y negras, dotándolo de un estilo moderno, a las plantas que suben por las celosías y conceden intimidad.

Mesa, de Mercantic. Sillas, de bambú, y cortinas con tela de Yutes, en Cado. Mantel, de Filocolore. Vajilla, de El Corte Inglés.

Alejado de todo y con vistas al monte, este comedor de verano es relajado, acogedor y emplea los tonos de la naturaleza para fundirse con ella. Madera, fibras, beige y toques verdes son la clave para conseguirlo.

Mesa y cortinas, de Catalina House.

Y es que con esas unas impresionantes vistas, no es necesaria una decoración de exterior que le quite protagonismo. De hecho, no podía ser más sencillo: unas sillas de madera con asiento y respaldo de rafia y una mesa vestida con un sencillo mantel blanco. El suelo de microcemento y el porche con toldo blanco reflejan la luz y lo hacen muy luminoso. 

Mesa y faroles, de Meridiana. Alfombra, de KP. Plantas, de Garden Center Balbuena.

La mesa de madera que protagoniza este comedor, con una imponente presencia, no se pierde de vista gracias a las sillas elegidas para acompañarlo. Por un lado bancos en los laterales largos, que no roban las vistas, y coronando la mesa, unas butacas con fundas beige y faldón que potencian el clasicismo del que presume este porche. Los faroles que coronan el techo sirven para diferenciar los ambientes, sin que se vea afectada su unidad.

Mesa de centro con mosaicos de Rotaeche & Santayana, bandeja del ratán y macetas de Fronda y cuencos de Zara Home. Mesa y sillas de Teklassic, lámparas de Maisons du Monde, mantel y copas de Zara Home y flores de Aflore Mío

En esta casa se ha aprovechado el porche para crear un salón y un comedor. Gracias a la decoración ambos se integran creando una armonía estética y a la vez se marca la diferencia entre salón y comedor.

Mesa a medida, de Brocante Rocamora; sillas, de Ikea y cortinas, de Calma House.

En este comedor donde las fibras naturales son protagonistas, las sobremesas estivales sabrán a gloria, puesto que esta casa era una antigua rectoría. Deja que la interiorista Pía Capdevila te lo cuente.

Sillas, de HK Living; lámparas de techo, de Watt&Veke. Todo, en Cado.

Las paredes de piedra en verano son muy agradecidas ya que no solo aportan un look rústico, sino que ofrecen que ofrece la piedra (además de aportar un ambiente mucho más fresco en verano).

Mesa, de tablones de madera de teca, y sillas, de La Albaida; alfombra, de Fernando Moreno y vajilla de Casa y Campo.

Este comedor de verano es un dos en uno, ya que el techo cubierto lo convierte en un espacio in&out fresco, pero protegido. Perfecto para disfrutarlo cuando las primeras notas de calor asoman.

Sillas, modelo Panton, de Casa y Campo; lámpara de techo, de DM Interiors.

¿Cómo decorar el comedor de verano? Consigue un aire romántico chic con sillas de diseño perfectamente combinadas con una lámpara de techo romántica y cortinas de algodón. Y si alzas la mirada, un techo de verde natural.

Lámpara en Pardo Iluminación en un porche donde predomina la madera de la mesa alargada y los bancos, así como los textiles en tonos vistosos.

Disfruta de la terraza y por supuesto del comedor exterior. Si no te sobran los metros, alíate con los bancos, ganarás espacio para tener más comensales.

Mesa, en Azul Tierra; sillas adquiridas en un mercadillo de Verona, Italia y mantel y caminos de mesa, de El Meu Coixí.

Tener al mar como testigo de las sobremesas y los buenos ratos estivales es un privilegio solo al alcance de unos pocos.

Sillas de caña, de Kenay Home; mantel de lino azul oscuro, de La Maison; mantel de lino azul claro, de Zara Home. Vajilla y cojines azul y verde, de Carolina Blue; cojines a cuadros, de La Maison; cubiertos, cafetera y tazas, de Zara Home.

Cuando tienes un comedor de verano, cualquier excusa es válida para sentarse alrededor de la mesa, incluso para saborear un delicioso pastel para la merienda.

Sofá y butaca de mimbre, de Jardiland; mesa y lámparas de ratán, de Maisons du Monde y sillas, de Ikea.

El azul y el blanco es el dúo perfecto para triunfar en verano. Ambos colores en acción han conseguido crear un estilo propio, el mediterráneo.

Mantel en lino de color fresa de Zara Home combinado con los tonos tierra y los sillones de mimbre.

Las fibras naturales y el porche de madera ofrecen a este comedor un aire colonial. La guinda del pastel, la mantelería alegre y colorida.

Mesa, sillas y bancos, en India & Pacífic; mantel de Filocolre; Cojines de rayas rojas, de El Mercader de Venecia.

En este porche se celebran grandes veladas. El comedor de verano bien podría transportarte a los años de tu niñez cuando solías ir al pueblo a pasar los meses de verano, ¿verdad? Y es que esta masía ha tenido 5 vidas. Descúbrelas.

Mesa y sillas, en Antic Daviu; lámpara de techo, en Otranto.

El techo abovedado es el gran protagonista en este porche que alberga un salón y también el comedor de verano.

Mesa, sillas y manta, de Becara.

¿En verano, eres más de mar o de montaña? Porque si te gusta respirar aire puro y estar rodeada de montañas este comedor con estas vistas te encantará. Fíjate en el cristal para resguardar y proteger al atardecer cuando las temperaturas bajan un poco más.

Sillas de forja, de Bruc i Molsa.

Una pérgola emparrada es el lugar elegido para albergar este comedor exterior de verano.

Mesa de hierro pintada con bancos a conjunto, de Becara; cojines a rayas, de Antennae y botellas de ratán de Teklassic.

No hace faltan demasiados metros para "crear" un comedor de verano al aire libre. Y si no, aquí tienes la prueba. Distribuye bien y deja volar la imaginación. Seguro que tú también puedes disfrutar de un comedor de verano exterior.

Mantel, en India & Pacific y la mesa y las sillas de hierro, de Fermob.

Que sí, que sí, que cualquier excusa y rincón son buenos para montar un comedor de verano, incluso en el patio de tu casa.

Mesa y sillas, de Ikea combinadas con el mantel de lino en tonos blancos.

Hay muchos tipos de pérgolas que harán las delicias de tu comedor. Porque si bien es cierto que en verano apetece vivir "al aire libre", también lo es hacer bajo una buena sombra, como aquí, el comedor de verano del hotel L'hort de Sant Cebrià, en Torroella de Fluvià.

Mesa en mármol blanco con patas en color negro a juego con las sillas en tonos negros y marrón oscuro.

Una solución ideal y con mucho encanto es situar tu comedor de verano frente a la casa. No solo es supercómodo y te permite tener a mano todo sin alejarte mucho del resto de comensales, sino que es muy decorativo y da mayor sensación de calidez. Y sino, mira qué ocurre con esta mesa antigua con sobre de mármol y patas de hierro.

Mesa con estructura metálica y sobre de madera, sillas y banco de madera, en Grupo 13.

Cualquier excusa es buena para celebrar algo alrededor de la mesa y cualquier lugar puede convertirse en el mejor escenario.

Mantelería, de Martha Stewart que crea la la sintonía perfecta con el banco de madera y los dos sillones de mimbre.

Montaña, mar y en este caso prado. Con una mesa con estructura metálica y sobre de maderas, un banco y sillones de mimbre y ya tienes un comedor para disfrutar del prado en verano.

Mesa y sillas de madera, de Maison Decor.

Si tienes espacio en el jardín, tener un porche independiente es ideal para grandes comidas familiares o con los amigos.

Mesa hecha de traviesas de tren.

Junto al árbol, en este comedor se disfruta de las mejores vistas de la piscina. La mesa ha sido realizada con traviesas de tren.

Un comedor exterior con una mesa vestida con textiles en lino blanco y sillones de mimbre.

Si quieres triunfar a la hora de decorar tu comedor exterior debes tener en cuenta que lo mejor es integrarlo al paisaje. Para que la pérgola no parezca un armatoste empárrala o haz que una buganvilia se convierta en el techo de tu comedor. 

Mesa de mármol antigua, en Antic Centre y sillas de hierro envejecido y respaldo de madera en Dimoni Gros.

Fresco y lleno de encanto, situado al lado de una pequeña alberca.

Lámparas, de Côté Decó.

Las noches de verano, aunque cortas, son mágicas y también hay que disfrutarlas alrededor de la mesa.

¿Comemos fuera? En verano esta pregunta es una de las más frecuentes. Y la respuesta, siempre es sí. Ya sea en un pequeño jardín, bajo la pérgola, junto a la piscina o bajo un techo de aromáticas glicinas... Cualquier rincón al aire libre puede ser el lugar perfecto donde colocar el comedor de exterior.

Y, como más vale una imagen que mil palabras, recopilamos algunos preciosos comedores de verano de los que podrás extraer muchísimas ideas e inspiración.

En plena naturaleza o rodeados de plantas, también se agradece algo de sombra, ¿qué mejor que comer bajo la sombra que proporciona un árbol? Las mesas se arriman a ellos y se colocan justo bajo las ramas más frondosas. ¡Qué listas! Así las sobremesas pueden hacerse eternas. Pero, a falta de árboles, las pérgolas, las enredaderas o los techos de madera y parra resultan igual de encantadores y efectivos.

Estos son los escenarios perfectos en los que construir recuerdos: desayunos en familia los fines de semana, comidas con amigos que enlazan con una cena frugal, cenas bajo las estrellas con eternas conversaciones... En verano, ¡vive al aire libre!

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