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Entrevista de Caudete Digital a Yulia, actual propietaria de «El Paso» /

En cuanto empezamos a hablar con Yulia Bikina, no podemos evitar una cierta sensación de alivio. Nos damos cuenta de que una de las construcciones más hermosas de Caudete, la Finca «La Corbeyana», más conocida como «El Paso», se encuentra en buenas manos. Al menos, esa es nuestra percepción, y también, por qué no decirlo, nuestra esperanza.

Así que esta es la historia de lo que podría ser el «renacimiento» de una construcción emblemática.

Ludovic, el marido de Yulia, suizo, no ha podido acompañarnos hoy, pero ella, nacida en Rusia, enseguida empieza a hablar con pasión sobre «El Paso»…

Yulia Bikina, durante el viaje a Granada en el que conocieron también «El Paso» y a sus expropietarios

Caudete Digital.- Yulia, antes de nada… ¿cómo conocisteis tú y tu marido la existencia de la Finca «El Paso»?

Yulia.- Mi marido Ludovic y yo hemos trabajado muchos años en Suiza. Él en el sector bancario, y yo en la administración de un centro de Fitness Wellness, pero en 2018 dejamos nuestros empleos porque buscábamos algo que nos llenase más, a pesar de que los dos tenemos nuestras carreras universitarias. El día a día en Suiza está mucho más programado, sabes todo lo que te espera de antemano, y decidimos dar un cambio radical en nuestras vidas. Viajamos a España, y empezamos a invertir. Primero, en La Ametlla de Mar. Luego compramos una finca con olivos y también estamos haciendo aceite en Cataluña. Precisamente ahora estamos empezando la campaña para coger la aceituna.

A la vez, en este tiempo Ludovic descubrió su amor por la restauración, por la rehabilitación… Él es un «manitas» y le encanta construir. Esto nos animó a buscar más inmuebles dignos de ser rehabilitados.

Por eso, quisimos comprar un castillo histórico en Tarragona pero, finalmente, cuando ya estaba todo preparado para comprarlo, nos aconsejaron no hacerlo… Tampoco tuvimos ayuda por parte del ayuntamiento del lugar, y descubrimos que era mejor dejar este proyecto. Y así lo hicimos.

Luego, proyectamos un viaje a Granada para ver otro pequeño palacio, pero cuando íbamos a viajar hasta allí, de casualidad, vimos un video sobre «El Paso» por Internet… Nos quedamos absolutamente impresionados. No sabíamos dónde estaba situado, pero empezamos a investigar y descubrimos que estaba en Caudete. Nos pusimos en contacto con la Oficina de Turismo de aquí, y nos informaron de todo muy amablemente, así que esta es la historia de nuestro primer contacto con «El Paso», allá por el mes de diciembre de 2021.

Caudete Digital.– En el pasado hubo intentos, o acercamientos, para ver la posibilidad de comprar esta finca, especialmente por el Ayuntamiento… Nunca se llegó a nada en concreto. ¿Ha sido complicada la negociación con los propietarios para la venta?

Yulia.- Realmente, no ha sido nada complicada. Contactamos con los dueños, y en un periodo muy corto de tiempo fijamos un precio, y enseguida estábamos firmando la compra. Todo transcurrió con mucha normalidad y en un breve espacio de tiempo.

Caudete Digital.- ¿Cuál es el estado en el que os encontrasteis el edificio?

Yulia.- Había mucha destrucción, claro está. Las lluvias de 2019 dejaron muchos daños en los azulejos de abajo, y la estructura de los tejados estaba muy mal, así que entraba agua cada vez que llovía, por lo que se seguía dañando todo. Lo primero fue proteger los tejados, y ahora ya se han asegurado de cara a las inclemencias meteorológicas. Fue muy triste ver las vidrieras rotas y comprobar tantos daños en un edificio tan espectacular.

Caudete Digital.- ¿Cómo estáis afrontando la reconstrucción? ¿Qué prioridades tenéis?

Yulia.- Estamos reconstruyendo todo en base a la construcción original. De hecho, muchas cosas no han llegado hasta nuestros días, y nos tenemos que basar en documentación, o simplemente imaginando cómo serían originalmente. Por ejemplo, se están restaurando las vidrieras por expertos, pero no sabemos cómo eran los diseños originales que faltan en algunas de ellas. Nuestro deseo es ser fieles a como fue construido, y no entra en nuestros planes realizar «fusiones» con elementos modernos ni cosas parecidas.

Mi marido Ludovic trabaja personalmente en la reconstrucción del edificio, con varias personas que le ayudan. Yo también ayudo con los trabajos, pero me ocupo más de las redes sociales, la promoción y las relaciones públicas. Cada uno hace el trabajo que mejor se le da, y esperamos que el resultado sea muy positivo.

También colaboran arquitectos locales, como la familia Quinquer, y el asesoramiento de Patrimonio de Albacete.

Caudete Digital.- Una de las grandes incógnitas es conocer el destino final del edificio… ¿A qué pensáis dedicar «El Paso»? ¿Cuál será su uso?

Yulia.- La Villa «El Paso» será un lugar para realizar eventos de todo tipo. Desde bodas, hasta otros muchos tipos de eventos. Los exteriores también serán habilitados para que se puedan realizar estos eventos. De momento, probablemente con carpas, pero quizás en el futuro de otra forma. Nuestro deseo es reconstruir de nuevo los jardines, pero no conocemos exactamente cómo eran originalmente. Tenemos algunas ideas también para colocar algunas fuentes y demás, pero todo esto vendrá más adelante.

Caudete Digital.- Tenemos entendido que para mayo de 2023 ya hay incluso visitadas contratadas… ¿Es cierta esta información?

Yulia.- Sí, así es. Ya han venido algunas visitas, como alumnos del IES «Rafael Requena», pero la idea que tuvimos fue hacer partícipe a toda la gente de Caudete, y que se pudiera colaborar de algún modo en la reconstrucción de «El Paso». Por eso, pusimos entradas a la venta y el dinero recaudado irá destinado a la reparación de las vidrieras. Esto hace que haya gente que se sienta feliz de aportar su granito de arena en este bonito proyecto.

Así que el día 6 de mayo habrá una visita para las personas que han colaborado en esta primera experiencia, y también se han agotado ya las entradas para el 14 de mayo. Esto nos supone también un aliciente para no parar en la reconstrucción, un motivo para animarnos a continuar a buen ritmo.

Tengo que decir que aunque vamos a respetar el diseño original, sí que vamos a añadir un par de sorpresas que pensamos que van a ser del agrado de todos… Pero esto se verá en su momento, no puedo adelantar nada al respecto.

Caudete Digital.- ¿Esperáis que el proyecto sea rentable?

Yulia.- Pensamos que sí, pero no nos preocupa tanto la rentabilidad como que quede bien. Vamos a intentar que el proyecto sea viable económicamente hablando, pero en el caso de que no, siempre tendremos un palacio para nosotros… Estamos muy ilusionados con hacer bien esta reconstrucción, y es lo más importante, nuestro objetivo principal.

Caudete Digital.- ¿Habéis contactado con el Ayuntamiento de Caudete? ¿Hay buena predisposición para colaborar con vosotros de algún modo?

Yulia.- Sí, hemos contactado y la relación es muy buena. Estoy segura de que llegado el momento, podremos colaborar entre nosotros de varias formas. Caudete tiene el problema de que no tiene mucha oferta hotelera, y sería conveniente para el pueblo aumentarla, pero ojalá se vaya solucionando en el futuro.

Caudete Digital.- Efectivamente, en Caudete faltan plazas hoteleras que hacen que el dinero vaya a poblaciones cercanas cuando se llevan a cabo eventos importantes, como la Bienal de Acuarela, con muchos visitantes extranjeros…

Yulia.- Claro, y la gente no sólo duerme, sino que comen, cenan… Gastan mucho dinero que podría quedar en Caudete. Es una lástima. Caudete debería promocionar el aumento de plazas hoteleras para mejorar su oferta turística.

Caudete Digital.- Para terminar, Yulia, ¿conoces la historia del edificio y de Francisco Albalat, su primer propietario?

Yulia.- Por supuesto. Nos hemos informado a través de todos los medios que hemos podido, y seguimos recopilando información. Y también agradecemos muchísimo cuando alguien nos aporta algún objeto que estuvo en «El Paso» y nos lo devuelve a su sitio original. Eso es algo maravilloso, porque mucha gente quiere ayudar con cosas así.

Nos despedimos de Yulia después de la agradable conversación, le agradecemos su buena predisposición y le deseamos toda la suerte del mundo. Desde luego, no será la última entrevista, y seguiremos de cerca la evolución de este magnífico proyecto.

Para quienes desconozcan de qué hablamos cuando nos referimos a «El Paso», hay que decir que se trata de una villa que fue construida en Caudete por el coronel carlista y aristócrata Francisco Albalat Navajas, natural de este municipio. Y no sólo eso, sino que construyó también todo un barrio para gente obrera, una iglesia e incluso una plaza de toros, entre otras cosas. Económicamente, nadie ha invertido más en Caudete que él.

Según escribe el caudetano Joaquín Mollá Francés, que es, con total seguridad, la persona que mejor conoce la vida y obra de Francisco Albalat, Conde de San Carlos, en 1900 decide invertir su enorme fortuna en obras de caridad. Caudete, al igual que la mayoría de las poblaciones vitivinícolas españolas, sufrió a finales del siglo XIX y principios del XX una plaga de filoxera que arruinó muchas plantaciones de vid, aumentando el paro y el descontento social.

Francisco Albalat compró unos terrenos y decidió construir casas para dar trabajo a los muchos braceros en paro y luego albergar a « pobres de solemnidad» . La Fundación Barrio San Francisco de Asís comenzaba a funcionar, de la cual surge el barrio de San Francisco, con su iglesia como punto central, empleada posteriormente como panteón para él y su mujer. Junto al mismo se levanta la plaza de toros -a la que era muy aficionado- y en la Calle Abadía un caserón residencial. A finales de 1906 el pretendiente al trono carlista, don Carlos VII, lo nombraba su secretario, desempeñando el cargo hasta la muerte de don Carlos en 1909. Será entonces cuando Francisco Albalat se establece definitivamente en Caudete y centra su atención en reformar y aumentar la productividad de la finca La Corbeyana (o «El Paso»), y en la fundación de un Círculo jaimista que agrupara a los carlistas caudetanos.

Falleció en 1916, en su casa de la calle Abadía de Caudete, siendo posteriormente enterrado, junto con su primera esposa, en la Iglesia de San Francisco.

En la edificación de «El Paso» participaron el maestro albañil Juan Arellano y el artista Agustín Espí, aunque no queda proyecto ni documentación alguna. El resultado es un edificio de tres plantas que resulta ser un «magnífico ejemplo» del eclecticismo neomudéjar, con detalles modernistas, donde ante todo se busca la «apariencia del lujo y ostentación».

Mármol Macael en los suelos y ricos zócalos de azulejos traídos de La Cartuja, invitan a entrar en el exótico patio central de 12 columnas, decorado con abundantes mocárabes. El patio está cubierto por una vidriera que reproduce un cuadro que cuelga del Senado, la Rendición de Granada, y que es una de las piezas más valiosas de todas las que se conservan en esta casa, pues fue realizada por la Casa Maumejean. No es la única vidriera con valor, sino que esta es una pieza más de una auténtica colección de vidrios diseñados a gusto de Albalat, de acuerdo a sus creencias e ideología.

Alrededor de este patio se distribuyen las estancias de los dueños y para recibir invitados, dormitorios con vestidor y salón, comedor, baño, fumador, salón de té y un despacho decorado con el Toison que Albalat soñó con tener algún día, además de la cocina, despensa y bodega en la zona de servicio. Hasta su propio oratorio tenía esta casa.

Antaño tuvo ricos muebles, sillones Luis XVI se combinaban con una colección de animales disecados, -búhos, flamencos y hasta las cabezas de los toros que se lidiaron en la inauguración de la plaza de Caudete-, entre quinqués modernistas y relojes clásicos.

Marcos de madera tallada dorados o plateados con pan de oro o de plata, una colección de abanicos antiguos y un gramófono, son algunas de las múltiples piezas que un día decoraron las distintas estancias. En la decoración del comedor, gastó Albalat grandes sumas: maderas preciosas, una mesa para 18 comensales ricamente decorada, sillería de estilo victoriano y rica vajilla, con bajoplatos de plata y juegos de té de cristal de Murano.

La villa estaba rodeada de dos jardines de recreo y esparcimiento. Uno de tradición francesa, donde entre rosales y aromáticas, plantó toda clase de frutales, sobre todo naranjos y limoneros, muy estimados por la difunta primera esposa del aristócrata y responsables de los embriagadores aromas a azahar que inundaban los jardines.

Hizo construir en el jardín una réplica de la cueva donde se apareció la Virgen de Lourdes. Para que fuese lo más fiel posible aprovechó su viaje a esta ciudad francesa para asistir al entierro de un militar carlista (Rafael Tristany), para hacerse acompañar por el maestro de obras y que éste pudiera ver y tomar medidas de la cueva original. Setos de boj y cipreses podados artísticamente, se mezclaban con fuentes y jaulas de animales.

Esta singular construcción se ubica en la Finca «El Paso», la Corbeyana, como la llamó Albalat en homenaje a su primera mujer, la francesa Hélène de Saint Aymour, baronesa de Caix, una viuda adinerada que contribuyó a la aventura arquitectónica de este mecenas caudetano.

Tras el deterioro sufrido tras el paso del tiempo, el vandalismo y las inclemencias meteorológicas, Yulia y Ludovic pretenden ahora su reconstrucción, para que, dentro de las posibilidades actuales, pueda volver a mostrarse como fue antaño…

Fotos: Raphaël Delahaye y Thomas Müller

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