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Stranger Things se ha convertido en una de las series más populares de los últimos años. La inspiración y ambientación en los años 80 le aporta un estilo decorativo (y estético, en general) muy divertido y nostálgico. Con la temporada 4 recién terminada, se ha descubierto que una de las casas que aparecen es un Airbnb que se puede alquilar.

La cuarta temporada discurre entre Hawkins, Rusia y la ficticia ciudad de Lenora Hills, que teóricamente se encuentra en California. Esta última ciudad es la nueva localización, a la que Once, Will, Joyce y Jonathan se mudan tras el fin de la temporada anterior. Precisamente es esa casa, en la que ocurre buena parte de los nuevos episodios, la que se encuentra disponible para alquilar en Airbnb.

El ambiente de la casa y el vecindario en la serie recuerda al de la película E.T. El Extraterrestre con calles amplias y abiertas y majestuosas montañas. No es aleatorio, ya que el co-creador de la serie, Matt Duffer, explicó hace tiempo que "siempre hemos querido tener esa estética suburbana al estilo 'E.T'., que finalmente pudimos hacer este año". Eso sí, en lugar de rodar en las colinas de Tujunga como hizo Steven Spielberg de 1982, la serie eligió una casa (y otras muchas localizaciones) de Albuquerque, Nuevo México.

Aunque en un primer momento se pensó en construir un decorado que sirviese como hogar de los Byers, al final se apostó por esta casa tradicional de ladrillo y estuco de dos plantas para poder reflejar la esencia de un verdadero vecindario con escenas que pasasen de interior a exterior. 

Ubicada en la comunidad de Glenwood Hills, la casa cuenta con un espacioso terreno lleno de pinos y con vistas a las montañas. Tras el rodaje, la casa construida en 1966 fue vendida a unos nuevos propietarios que la reformaron para ofrecerla como un alojamiento tematizado de Stranger Things. Actualmente está disponible a partir de 400 dólares por noche para grupos de hasta 11 personas, con cuatro dormitorios y cuatro baños distribuidos en 404 metros cuadrados.

Y, aunque por fuera es prácticamente igual que en la serie, por dentro hay muchas diferencias. Los interiores recuerdan a una cápsula del tiempo que te traslada directamente a los años 80 más retro, algo tan conseguido que llevó al equipo un mes en completar. Se cambiaron las moquetas, la pintura y el papel pintado (un clásico de la época que no podía faltar), pero la clave fue añadir muebles y electrodomésticos antiguos, así como detalles decorativos encontrados en auténticas ventas de casas de los años 70 y 80.

Aunque después del rodaje los elementos de la serie se retiraron, los nuevos propietarios han intentado mantener una estética retro (aunque adaptada a las necesidades de un alojamiento de hoy en día) con varias salas tematizadas con piezas que tienen que ver con la serie. El mejor guiño a la serie se encuentra en el sótano, donde se ha recreado un espacio lleno de nostalgia de los años 80, con máquinas recreativas, arte de la época y una réplica de las famosas letras en la pared con luces de la primera temporada.

No sabemos si el estilo retro de los 80 que tiene Stranger Things se hará tan popular en Pinterest como lo hizo el estilo victoriano de Los Bridgerton en su momento, pero lo que está claro es que la nostalgia de la estética de esa época no ha desaparecido.

Periodista web concienciada desde pequeña de lo importante que es la comunicación en internet. La decoración, la belleza y los viajes son mis grandes pasiones, así que disfruto escribiendo sobre ellas.

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